Un niño de 10 años murió ahorcado y detuvieron a su mamá y al padrastro
El trágico hecho se registró en Santa Fe. Los vecinos denunciaron que era víctima de violencia intrafamiliar y que había tenido varios intentos de suicidio.
Policiales25/02/2020Mariela AldereteAdrián Insaurralde tenía 10 años y estaba internado en terapia intensiva en el Hospital Reconquista de Santa Fe desde el 6 de febrero pasado. Esa noche, su familia lo encontró colgado de una cama cucheta y denunció un "intento de suicidio". Después de agonizar durante 12 días, el nene murió y sus padres quedaron en la mira de la Justicia.
Se trata de Evelyn Lencina, la mamá del menor, y Carlos Vicentín, su padrastro, quienes estarán en prisión preventiva durante 60 días por los presuntos delitos de "privación ilegítima de la libertad con abandono de persona seguido de muerte".
Tras conocerse la noticia de la muerte de Adrián, los vecinos del barrio Guadalupe marcharon para pedir justicia y vincularon las constantes situaciones de violencia y maltrato intrafamiliar que sufría el chico con la drástica decisión que tomó el menor.
"Lo hacían lavar la ropa y secarla, cocinar, y lo dejaban encerrado todo el día. A veces lo ponían en penitencia y lo hacían arrodillar sobre escombros. Le pegaban feo", describieron en diálogo con el diario El Litoral.
Sin embargo, a pesar del calvario en el que vivía Adrián -al igual que el resto de sus hermanitos-, una de las personas que hizo la denuncia sostuvo que una sola vez recibieron la visita de una asistente social. Pero nada cambió.
En las últimas horas, el fiscal adjunto de la Unidad de Investigación Fiscal de Reconquista sostuvo ante los medios de comunicación que tanto Lencina como Vicentín fueron imputados por "abandono de persona". Luego, amplió: "Consiste en haber puesto en peligro la vida y la salud física de cuatro menores de edad, uno hijo de él y tres hijos de ella, que convivían en el domicilio al menos desde septiembre de 2019 hasta el presente. Y en caso de la madre le imputamos el impedimento de contacto con el padre biológico del niño”.
El funcionario explicó además que “el agravante se debe al maltrato psicológico sufrido por el niño, que ya había tenido intentos de suicidio, y el abandono psíquico de un niño que estaba muy depresivo”.
La pena prevista para este delito es de 6 a 20 años para la madre y de 5 a 15 años para el padrastro. “Es una pena que casi se equipara al homicidio simple. Una pena bastante alta y de efectivo cumplimiento", precisó.