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Este lunes, el gobierno de Javier Milei pondrá en marcha el primer paso oficial para que Argentina vuelva a formar parte del Visa Waiver Program (VWP), un esquema que permitiría a los ciudadanos argentinos ingresar a Estados Unidos sin visa para estadías breves por turismo o negocios, por un máximo de 90 días.
La iniciativa coincidirá con la visita al país de la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kristi Noem, y representa un gesto político clave en el vínculo bilateral. De concretarse, los argentinos ya no necesitarían la visa B1/B2, que hoy implica entrevistas presenciales y largas demoras, sino que podrían acceder a una autorización electrónica denominada ESTA (Electronic System for Travel Authorization), que cuesta 21 dólares y suele aprobarse en poco tiempo.
No obstante, fuentes diplomáticas señalaron que se trata apenas del inicio de un proceso complejo que incluye múltiples auditorías técnicas y de seguridad por parte del Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. La incorporación definitiva podría demorar varios meses y está sujeta al cumplimiento de estrictos requisitos establecidos por Washington.
Actualmente, más de 40 países integran este régimen, entre ellos Reino Unido, Japón, Alemania y España. En Sudamérica, Chile es el único que ha sido admitido hasta la fecha. Argentina ya había accedido al programa durante los años noventa, aunque fue excluida tras la crisis económica de 2001.
El eventual regreso al VWP representaría un alivio para miles de argentinos que viajan cada año a Estados Unidos y una señal de fortalecimiento en la relación diplomática entre ambos países.
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