Corrupción + impunidad = Inundaciones

"Nadie duda que una inundación debe ser uno de los estragos más dolorosos que puede sufrir el hombre. Pero su génesis no siempre está en manos de la Madre Naturaleza".

Columnas y Opinión 05/01/2016 Mariela Alderete Mariela Alderete

El hombre con su  desmesurado crecimiento económico mata más gente que todos los ejércitos del mundo juntos, y no hay ningún acusado, no hay ningún preso, no hay ningún condenado. La clave está en la corrupción ínsita en la ambición de empresarios y políticos si lo pensamos como una actitud intencional. O mejor aún, seguramente no está en la intención del ejecutor, causar un daño pero es tan desidioso que sus consecuencias deben ser penadas con la pena de prisión. En tal sentido ¿algo para decir sobre las últimas inundaciones que afectan la Mesopotamia o Tucumán?.

Lo primero  a decir es que hay un artículo del Código Penal, el 189, que prevé el delito de inundación –estrago es el término jurídico para el caso- causado por negligencia de quien ejecuta una obra que la provoca: “Será reprimido con prisión de un mes a un año, el que, por imprudencia o negligencia, por impericia en su arte o profesión o por inobservancia de los reglamentos u ordenanzas, causare un incendio u otros estragos.”

Lo segundo: una vez establecido que existe un delito de “estrago culposo”, es revisar los verdaderos motivos de estas inundaciones que por regla general se adjudican a razones climatológicas sea con El Niño o sin él. Los casos de Concordia en Entre Ríos o del sur tucumano pueden ser un pie para ese análisis criminológico.

Ubíquese en el mapa del Rio Uruguay: Aguas arriba de Concordia esta la represa de Salto Grande creada para regular las inundaciones y producir electricidad. Sus autoridades habrían tomado conocimiento por distintos partes meteorológicos e hidrológicos que el rio incrementaría su caudal de aporte a la presa durante el mes de Diciembre y, en vez de bajar la cota durante la primera quincena del mes de diciembre para retener más agua y evitar la inundación  que hoy sufre toda la provincia de Entre Ríos, habrían privilegiado la producción de energía eléctrica. Esta maniobra habría sido advertida por las autoridades provinciales. Esta última sospecha tiene basamento en que el día 18 de Diciembre dejaron de actualizar los niveles hidrométricos de los principales ríos, entre ellos el Rio Uruguay  según consta en https://www.hidraulica.gob.ar/nivhidr.php.

Ahora viajemos a Tucumán. Las deforestaciones causadas para ganarle terreno al monte y dedicarlo a tierras de cultivo, esto es, cambiarle el destino a la tierra en un delicado equilibrio ecológico como el que reviste la yunga y el piedemonte, no podemos imaginarnos un resultado diferente.  Esa actitud promocionada y consentida por las autoridades provinciales es devastador de nuestra diversidad biológica, en montes y ríos, con un claro impacto hídrico.

Pero en Tucumán no es todo: No es casual que se hayan caído una docena de puentes arrasados por las correntadas.  Las responsabilidades penales de sectores económicos y políticos que impulsan la obra pública construyendo con pésimos diseños o mala calidad debería ser materia de investigación. ¿Acaso no es un despropósito construir una ruta como la nueva 38 sin un sistema de canales de desagües pluviales que la atraviese y que permita el escurrimiento de las aguas retenidas en Aguilares, Monteros, La Cocha, etc.?. 

Una vez más la justicia garantiza la impunidad. Una vez más la corrupción…mata.

Gustavo Gómez

Fiscal General ante la Cámara Federal de Tucumán

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