López, Rojkés y Alperovich son caras de una misma moneda: corrupción e impunidad.

Son la expresión de una etapa de 12 años distinta: “la de la selección de lo peor”, donde el PJ se transformó en la pesadilla de tener que explicar todo tipo de desvíos.

Columnas y Opinión17/06/2016Mariela AldereteMariela Alderete

Los que se apoderaron del partido solo se movieron en torno  a sus intereses personales, y nada tienen que ver con su historia política, cuyos sellos se robaron, ni con las banderas de lucha que nunca asumieron.

 Hoy,  la mayoría de los dirigentes del PJ dejaron de ser Peronistas, para convertirse en “Lewinskys” embuchados de dinero durante 12 años.

 Este PJ no nos representa ni sintetiza, ni conduce ni expresa las raíces más profundas del Peronismo.

 En el PJ cohabitan Peronistas y antiperonistas, banqueros amigos, comunistas de todos los colores, golpistas, victimas de golpistas y mercenarios, que solo olfatean como bucaneros del poder, que el PJ es la nave que los deposita en los poderes del Estado. Esto ideológicamente significa la “nada”.

 Falsificaron índices de mortalidad infantil, desnutrición, pobreza y desempleo. Estos delincuentes son el final de un ciclo de corrupción sin precedentes. Son el fracaso.

 El desafío es construir algo nuevo, y no seguir mezclados en un sello que puede seguir teniendo votos, pero que nada puede ofrecer al futuro de la sociedad.


Enrique F. ROMERO

        Presidente

  Partido Provincial

      P.E.R.O.N.



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